Mi relación con la educación física puede remontarse a la enseñanza que recibí desde mi niñez. Supongo yo, porque tampoco lo sé seguro, viendo los videos de mi etapa en la guardería donde se me ve realizando actividades física básicas como gatear, correr y jugar, que en sí, el juego es la base de todo ejercicio físico en esas edades.
Ahora bien, cuando entre en la escuela, lo que ahora conocemos como educación física no se me enseñaba como tal, sino que se desarrollaba una parte de la educación física, la gimnasia, término que utilizábamos incorrectamente. Se mandaba a los niños correr dando vueltas a un campo de futbol-sala y los niños solíamos jugar a fútbol y las niñas a vóley.
A su vez, empecé a practicar actividades extraescolares, jugar en el equipo de fútbol del pueblo.
Más tarde, tuve la elección de elegir educación física como optativa cuando cursaba bachillerato y seguía jugando al fútbol.
Ahora bien, aunque el concepto de educación física tiene muchas definiciones, muchas formas de entenderlo, siempre tiene en común que necesita de dos pilares básicos; el cuerpo y el movimiento. Conclusiones a las que hemos llegado en la clase de hoy.
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